martes, 24 de agosto de 2010

La fe es el antiséptico del alma

Walt Whitman.


(Hope, George Frederick Watts, 1885)

viernes, 6 de agosto de 2010

Seres Sinestésicos

Las personas que poseen Sinestesia pueden oír los colores, ver los sonidos o saborear la textura de un objeto. Los neurocientíficos piensan que ellos representan una ventana hacia el misterio fundamental de la conciencia humana.

Franz Liszt, siendo Kapellmeister en Viena en 1842, sorprendió a la orquesta diciendo: “Un poco más azul por favor, este tono lo requiere” o “un profundo violeta, por favor… no tan rosa”.

La experiencia de un sinestésico que sea capaz de ver la música puede ser realmente excitante frente a una buena pieza musical: las notas dibujan paisajes de colores, líneas y dibujos imposibles que se mecen al ritmo de los acordes y estallan en mil formas geométricas y nubes de colores al golpe de la batería y los platillos.

Algunos Científicos, sostienen tras sus descubrimientos que la sinestesia se debe a una activación cruzada de áreas adyacentes del cerebro que procesan diferente informaciones sensoriales, este cruce podría explicarse por una falla en la conexión de los nervios entre las distintas áreas cuando el cerebro se desarrolla en el interior del útero. A medida que los investigadores examinan y evalúan el fenómeno se quedan más impresionados. “Tendemos a suponer que la realidad es igual para todos”, señala Peter Grossenbacher (NIH, EE.UU), “La sinestesia nos muestra que las personas que nos rodean pueden tener una experiencia diferente del mundo”.

A pesar del placer que producen las percepciones de colores, un sentimiento de tristeza y aislamiento subyace en la vida de un sinestésico. En un ensayo conmovedor colocado en una página Web sobre sinestesia, Duffy una escritora sinestésica narra: “En la vida mucho depende de la pregunta ‘¿Ves lo que yo veo?’ Esta, la más básica de las preguntas, une a los seres humanos socialmente… tener percepciones sin corroborar puede hacer que uno se sienta extrañamente solo en el mundo… abandonada en mi propia isla privada de ‘p’ amarillo pálido, jueves turquesa y ‘v’ color vino”.

La sinestesia es una experiencia que sólo pocas personas perciben y es aún más difícil investigarla ya que es una experiencia en primera persona (para un sinestésico, hasta que es consciente de su caso, piensa que el resto de las personas experimentan la misma sensación que él), se estima que sólo un 10% de la humanidad es sinestésico, según Emilio Gómez, profesor de Psicología Experimental : "La sinestesia no puede considerarse una enfermedad, sino todo lo contrario. Puede considerarse un don porque hace que las personas sean precognitivas, que tengan intuiciones, sueños lúcidos, más creatividad…”.

Fuentes: Fuente 1, fuente 2.